Para ser un líder hay mirarse lógicamente en el espejo de quienes están tocados por la varita mágica del liderazgo, pero no hay que perder de vista tampoco a quienes no están bendecidos con este don.
A ser un buen líder se aprende fijando la mirada en los mejores, pero también en los peores (para evitar cometer sus mismos errores).
Los líderes malos suelen ser dueños de los hábitos que desmenuza a continuación en la siguiente infografía el experto en liderazgo Gordon Tredgold (ni que decir que debería tomar muy buena nota de ellos, pero para huir de ellos como de la peste):
1. Creen que tienen todas las respuestas y están convencidos de ser omniscientes.
2. Reaccionan, no responden. Se dejan llevar por sus emociones y no piensan en ningún momento en las repercusiones de sus (precipitados) actos.
3. Asumen grandes riesgos (simple y únicamente para demostrar que no son unos cobardes).
4. Piensan que hablar sobre algo y hacerlo son la misma cosa.Tienen el firme convencimiento de que las palabras hablan más alto que las acciones (y no al revés).
5. Ponen el foco en la culpa y no en las soluciones. Para ellos es más importante echar la culpa a alguien que hallar soluciones a los problemas.
6. Creen a pies juntillas en sí mismos, hasta el punto de ser nauseabundamente arrogantes. Y no se dan cuenta de que la arrogancia puede acabar destruyendo a la confianza.
7. No gastan su valioso tiempo en planificar y preparar sus acciones. Simplemente no piensan.
8. No se rodean de gente inteligente porque la perciben como una amenaza.
9. Están centrados en conseguir el éxito instantáneo.
10. Los detalles son para ellos absolutamente insignificantes.
11. Ven únicamente debilidades en los demás y no san capaces de apreciar sus fortalezas.
12. Confunden la terquedad con la determinación.
13. Juegan sucio en su relación con los demás.
14. Creen que elogiar a los demás es algo propio de “debiluchos”.
15. Piden mucho, pero se niegan a dar nada a cambio.
16. Son rápidos con el viento criticando a los demás.
17. Se distraen con suma facilidad.
18. Ponen permanentemente excusas.
19. Les encanta el “micromanaging” y estar revoloteando permanentemente sobre los hombros de sus subordinados.
20. Son terriblemente inconsistentes. Para ellos la previsibilidad es aburrida.
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